jueves, 21 de mayo de 2009

FERNANDO LUGO: CRISIS ECONOMICA POR ABUSO SEXUAL

FERNANDO LUGO: CRISIS ECONOMICA POR ABUSO SEXUAL
Tras demandas por abuso sexual, Iglesia EEUU necesita dinero

Por JOHN K. WILEY






SPOKANE, Washington, EE.UU. - En las parroquias católicas de los alrededores de Spokane, los sermones sobre las enseñanzas de Jesús suelen mezclarse en estos días con las peticiones urgentes de limosnas, a fin de indemnizar a las víctimas de abusos sexuales por de clérigos hace décadas.

Algunas veces, los párrocos evocan la parábola del Buen Samaritano _quien se detuvo a ayudar a un hombre herido en un asalto e ignorado por otros viajantes_. Con su campaña, los clérigos buscan que la Iglesia se recupere de la catástrofe financiera provocada por los abusos sexuales en la diócesis de Spokane, declarada en quiebra.

"Les he dicho debemos concentrarnos en los niños que sufrieron daño, y en hacer lo posible por darles algún tipo de compensación y alivio", dijo el sacerdote Edgar Borchardt, de la iglesia del Sagrado Corazón en la población de Pullman, unos 130 kilómetros (80 millas) al sur de Spokane.

Un plan de reorganización por bancarrota, aprobado el mes pasado, compromete a la diócesis al pago de 48 millones de dólares, incluidos 10 millones de 82 parroquias, para llegar a un arreglo en 177 demandas de abuso sexual.

Esos 10 millones de dólares son la misma cantidad que los 95.000 parroquianos de la diócesis, quienes viven en 13 condados del oriente del estado de Washington, suelen poner en la bandeja de las limosnas en un año.

La diócesis, donde reside el obispo William Skylstad, presidente de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, es sin embargo la más pequeña y pobre de cinco que se han declarado en bancarrota en el país para protegerse de las demandas de abuso sexual. Las otras diócesis son las de San Diego; Davenport, Iowa; Portland, Oregón, y Tucson, Arizona.

Skylstad está recaudando 6 millones de dólares adicionales para el arreglo en la declaración de bancarrota, y se ha pedido a varias agencias católicas, como los cementerios, los orfanatos y las instituciones de caridad, que contribuyan con 6,5 millones de dólares.

La iglesia de Borchardt comenzó su campaña en febrero, antes de otras parroquias, que se le unirán en las próximas semanas. Las 350 familias de la parroquia han recibido ya donaciones o promesas de ayuda por aproximadamente el 80% de los 250.000 dólares de la contribución solicitada, dijo el sacerdote.

Algunos parroquianos están disgustados con Skylstad por llevar a la diócesis a la bancarrota. Otros se preguntan por qué deben pagar ellos y no los sacerdotes que abusaron sexualmente de los niños hace décadas en otras parroquias, dijo Borchardt.

"El Buen Samaritano no fue responsable en absoluto por el problema, pero se hizo cargo de éste", añadió el párroco. "Tratamos de concentrarnos en aliviar a quienes sobrevivieron a los abusos".

El sacerdote Mike Savelesky, copresidente de la Asociación de Parroquias, que se formó para proteger los bienes de algunas iglesias, dijo a los feligreses que el futuro de su congregación podría depender del éxito de esta campaña.

Savelesky es párroco en la iglesia de la Asunción de la Virgen Santísima, un templo de grandes dimensiones y una de las cuatro parroquias del área de Spokane puestas como garantía en los préstamos de la diócesis. Es también la parroquia donde ofició Patrick O'Donnell, quien admitió que abusó sexualmente de decenas de niños.

A comienzos de la década de 1970, Skylstad compartió una residencia parroquial con O'Donnell, y algunas víctimas lo acusaron de encubrir los abusos.

Una mujer acusó también a Skylstad de abusar sexualmente de ella en la década de 1960. El obispo negó la afirmación y señaló que nunca ha roto su voto de castidad. Un investigador privado que contrató el abogado de Skylstad no encontró pruebas de la acusación.

Los sacerdotes de la diócesis deben convencer a los parroquianos de que el dinero recaudado no tiene una índole punitiva, sino que se utilizará para hacer lo correcto.

"Nadie nos está castigando ni culpando por algo que no hicimos, pero el amor de Cristo nos obliga a mostrar compasión y amor que alivie a quienes sufrieron abusos", escribió Savelesky a su feligresía.

Si 47 millones de los 48 no se entregan a un fiduciario de bancarrotas para el 31 de diciembre, las parroquias deberán solicitar préstamos.

"Lo que espero es que la gente se percate de que no podemos fallar en esta campaña", dijo Bob Hailey, funcionario de una campaña para ayudar a las parroquias. "Confiamos en que todos los parroquianos compartan esta carga".

El plan de reorganización pagará a cada víctima entre 15.000 dólares y 1,5 millón, dependiendo de la severidad del abuso. Un ex funcionario federal atenderá los reclamos y determinará cuánto recibe cada persona.

Los casos de abuso sexual en el país han costado a la Iglesia católica unos 1.500 millones de dólares desde 1950, de acuerdo con estudios de la Conferencia de Obispos de los Estados Unidos.


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