En 1912, el militar y político liberal nicaragüense Benjamín Francisco Zeledón Rodríguez y se adhirió a la sublevación del general Luis Mena Solórzano, siendo el líder máximo de dicha rebelión junto al Gral. Marcelo Castañeda contra el gobierno conservador de Adolfo Díaz, apoyado por Estados Unidos.
Tras algunos éxitos iniciales, las tropas a su mando tuvieron que replegarse y se refugiaron en la ciudad de Masaya.
Para reprimir esta sublevación, el gobierno de Washington fue convocado por la oligarquía nativa y Estados Unidos envió un contingente de tropas que desembarcó en el puerto de Corinto en agosto de 1912. Cuando en septiembre, el principal dirigente de los sublevados, Luis Mena, se rindió en Granada a las tropas invasoras. Zeledón, se negó a abandonar las armas.
Las tropas combinadas de Estados Unidos y del gobierno conservador nicaragüense se enfrentaron a los sublevados en Masaya, atacando la fortaleza de El Coyotepe, en un ataque al amanecer del 4 de octubre del mismo año. Tras salir derrotado de la ciudad, Zeledón murió en un enfrentamiento con las tropas conservadoras ese mismo día.
Su muerte causó una honda impresión a Augusto César Sandino y le impulsó en su lucha contra el imperialismo estadounidense.
En su libro sobre la gesta de Benjamín Zeledón y la “Restauración Conservadora”, Gregorio Selser rememora una frase que pronunció Zeledón mientras veía desde las alturas de El Coyotepe que los gringos subían y atrás quedaban derrotadas sus huestes famélicas e insomnes. “Ellos no tienen la culpa, sino los que los llamaron…”, dijo refiriéndose a los extranjeros aquel día, justo cuando lo mataron.
Lo mismo hoy podría decirse de algunos gobiernos de América Latina, que ha pesar de las inapelables lecciones de la historia, siguen llamando al poder imperial para intervenir en su patria.
¿ARGENTINA LLAMANDO AL FMI?
Ante la presión ejercida por el FMI, el Gobierno lanzará un nuevo índice de inflación, festejan esufóricos los analistas adictos al imperio en Argentina..
El ex presidente Néstor Kirchner emitió -y disparó- desde distintos atriles, al igual que su esposa Cristina, virulentos ataques contra el FMI. En el año 2002 resolvió pagarle en una sola vez al ente de crédito internacional U$S 9.810 millones. Luego los Kirchner declararon la independencia del organismo. En 2010 presidente anunció en Cadena Nacional que el Club de París había aceptado el pago de la deuda externa en default, sin la mediación ni las imposiciones del Fondo. Una mentira más que ahora aflora a la luz: ‘No’ hay vida sin FMI.
Pocos días después de que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunciara por la cadena nacional de radio y televisión que la Argentina renegociaría su deuda con los países del Club de París sin la intervención del FMI, el Gobierno acordó la asistencia técnica de este organismo de crédito para la elaboración de un nuevo índice de precios.
Este último anuncio puede interpretarse como una forma encubierta de amoldarse a las exigencias que el Club de París determina para los procesos de renegociación de deuda. Resulta claro que si la Argentina pretende cancelar su deuda en default, del orden de los 7000 millones de dólares, con ese grupo de naciones de otra forma que no sea al contado, deberá someterse a las auditorías del FMI.
Durante años, los gobiernos kirchneristas se negaron a proporcionarle información al ente financiero internacional, pese a que, en calidad de miembro de él, nuestro país se encuentra obligado a hacerlo.
No puede menos que llamar la atención que las autoridades argentinas, finalmente, hayan accedido a proporcionarle indirectamente al FMI la información sobre las estadísticas oficiales que durante años le negaron.
El acuerdo con el Fondo para recibir asistencia técnica en el armado de un nuevo índice de precios sorprende también, toda vez que el gobierno nacional les había encargado tiempo atrás a varias universidades nacionales un informe sobre el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Este estudio estuvo concluido hace aproximadamente dos meses ysólo ayer sus autores fueron recibidos por el ministro de Economía, Amado Boudou.
También sorprende la decisión de convocar al FMI teniendo en cuenta que la Argentina, hasta antes de 2007 tuvo un índice de precios confiable. Una manera de devolverle a ese índice buena parte de la confianza perdida sería restituir en sus funciones a muchos de los técnicos del Indec que fueron despedidos, presuntamente por negarse a facilitar las manipulaciones tendientes a distorsionar aquel índice y disimular así los aumentos que experimentaran los precios de la economía.
¿MANIOBRA CONTRAIMPERIALISTA PARA LA REELECCIÓN?
Según otros analistas, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, prepara sus próximas estrategias económicas a seguir durante 2011. Quiere hacer la paz con los inversores internacionales y prepararse el terreno, si quiere, para su reelección en la Casa Rosada.
Se trata, por un lado, de la firma de un contrato con el Fondo Monetario Internacional (FMI) según el cual el organismo transnacional ayudará al país a elaborar un nuevo Índice de Precios al Consumo (IPC). Además, Cristina Fernández no ‘se ha bajado los pantalones’ ante la oposición del país en su discusión sobre los Presupuestos de 2011, lo que ha desembocado en la ‘ausencia’ de cuentas para el año que viene. Noticia ésta que supone que podrá manejar las cuentas a discreción durante el año legislativo y que puede asegurarle, si quiere, la victoria de las próximas elecciones. Cristina podrá de esta forma abordar medidas populistas de cualquier tipo sin comprometer el objetivo de déficit y podrá realizar aportaciones monetarias a determinados colectivos.
En efecto, los técnicos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) elaborarán un nuevo índice, y contarán para ello con la cooperación y asistencia del FMI en la confección de las estadísticas. Acuerdo que se ha producido en un clima controvertido, debido a que precisamente las cifras del IPC han sido claves a la hora de discutir y finalmente bloquear los Presupuestos para 2011 y al clima de confrontación con el FMI desde que Néstor Kirchner accediera a la Presidencia y que Cristina Fernández se ha cuidado de mantener.
El pedido de ayuda al FMI para el índice de precios no es una claudicación, opinan analistas más benévolos con la presidenta. Las cinco mayores universidades argentinas han realizado un informe muy crítico sobre el funcionamiento del organismo estadístico del país. En este estudio, sus responsables afirman que el Indec no puede ser considerado una referencia para medir los precios al consumidor, el salario real o la pobreza. Además, proponen que se elaboren múltiples IPC, tal y como realizan países como EEUU.
EVO MORALES Y EL FMI
Bolivia ha consolidado su democracia y mejorado su desempeño económico desde que se separó de Estados Unidos y del Fondo Monetario Internacional (FMI), manifestó la semana pasada el presidente Evo Morales.
Morales señaló que antes los Gobiernos de Bolivia eran consecuencia de pactos entre políticos porque ninguno de ellos alcanzaba el 30 por ciento de la votación.
"Eran democracias pactadas en las que los partidos neoliberales suscribían alianzas para repartirse el poder y gobernar en su propio beneficio, no los del pueblo", anotó.
El Mandatario había manifestado en forma reiterada que esos regímenes eran dependientes de Estados Unidos y de su embajada en La Paz, que les instruía lo que tenían que hacer y hasta imponía la designación de Ministros y de Jefes Militares.
Evo Morales, llegado al poder en diciembre de 2005, puso en marcha un proceso de descolonización y no dependencia de los imperios y en una franca defensa de la soberanía nacional.
Con relación al desarrollo económico, Morales anotó que se dejaron de lado las denominadas recetas del Fondo Monetario Internacional (FMI), que solamente dejaron más crisis en los países, para que los bolivianos elaboren un Plan Nacional de Desarrollo que beneficie a los bolivianos y no a las grandes transnacionales ni a los imperios.
De acuerdo con los informes especializados, Bolivia lleva adelante un sostenido crecimiento desde enero de 2006 con reducidas tasas de inflación, un incremento de las exportaciones y la ejecución de proyectos de desarrollo a favor de los pueblos.
"Fueron profesionales bolivianos quienes elaboraron ese plan de desarrollo sin necesidad de contratar consultores con salarios millonarios", destacó.
LUGO, EL MÁS CLAUDICANTE DE TODOS
Con sus luces y sus sombras, no puede negarse que gobiernos como el de Venezuela, Bolivia, Argentina o Ecuador, han logrado introducir elementos de una política anti-colonial que ha trascendido las fronteras de la región.
Pero si contrastamos a los gobiernos progresistas de la región con el del claudicante, neoliberal y derechista Fernando Lugo, llegamos a la conclusión de que no hay nada para asociarlo con ellos. Ni retórica anti-imperialista, ni reivindicación de la historia nacionalista, ni tampoco política de descolonización.
El marxista Partido de los Trabajadores paraguayo, por su lado, hace un llamado a parar el plan privatista de Lugo y su ministro Efrain Alegre, quienes ya privatizaron hasta las principales carreteras del país y los accesos a la capital a los peajeros profesionales de SERTRAN y ahora pretenden comisiones por el remate de los aeropuertos y aduanas.
La actitud no es de extrañar, dado que el ministro que cuida las finanzas del régimen luguista, el agente del FMI Dionisio Borda, ya se hizo conocer durante los gobiernos anteriores por sus tendencias neoliberales y su afición por asestar golpes al bolsillo de los contribuyentes con recortes a jubilados e impuestazos antipopulares.
En el mismo contexto, el gobierno del cura parecería seguir la receta del FMI para llevar al país al infierno, esquematizado en cuatro pasos por Stiglitz, para luego forzar las privatizaciones. La escalada inflacionaria y los precios se han disparado en tanto los sueldos quedan cada vez más magros, y los sindicatos proscriptos.
Entre los esquemas del FMI que el luguismo sigue al pie de la letra, se encuentra el endeudamiento intensivo del Paraguay, que sigue socavando su economía nacional y frenando su avance social, a través de la aplicación estricta del Consenso de Washington, lo cual ya ha resultado en un desastre económico y social para los pueblos del sur.
Mientras esto sucede, los blogueros y periodistas ligados al zoquete a través de las ONG, embajadas y el Foro de Sao Paulo, siguen incluyendo a Lugo entre los “bolivarianos”, como el aliado y compañero fiel de Chávez, Morales y Castro entre los paraguayos.
Pocas veces fue tan pertienente como en este caso la frase de Faulkner: Lo que se considera ceguera del destino es en realidad miopía propia.
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