EL SECRETO DE FERNANDO LUGO

El secreto de Fernando Lugo




Los seres humanos caminamos sobre una delgada línea que divide; lo bueno de lo malo, lo justo de lo injusto, lo correcto de lo incorrecto, el paso a uno de los costados que pueda dar el sujeto depende de los valores que ha ido inculcándose durante el desarrollo de su vida, la sociedad que lo rodea lo obliga a tomar determinadas conductas que han sido transmitidas a través de las llamadas buenas costumbres.

Pero en lo más íntimo de cada ser humano rondan deseos que traspasan las barreras de lo permitido, esos deseos que humanamente son naturales, pero no permitidos por las reglas y costumbres de determinado grupo humano, por ello el sujeto presa de estos deseos las lleva acabo en lo más oculto de sus buenas costumbres, transgrediendo las reglas, pero sin dejar de ser humano por esto.

En los últimos días se ha golpeado hasta la saciedad a Fernando Lugo, presidente de Paraguay, un hijo no reconocido cuando aun era obispo ha hecho tambalear el gobierno del hombre que luego de 61 años sacó del poder al partido colorado, así Fernando Lugo pasó a engrosar a muchos de los personajes que han escondido algún hijo fuera de la legalidad, pero no por esto fuera de lo humano.

Quizás Lugo se equivocó al esperar que sus rivales políticos encontraran este secreto, sabiendo que en política se juega con todo y contra todo, en la política actual no se discuten ideas, si no posiciones e intereses.

Violó una de las reglas fundamentales e inhumanas del catolicismo, no es el único, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra, pero en su contra está su conocimiento de las reglas.

Ahora le toca afrontar las consecuencias de todos estos actos, cualquier ser humano está propenso a cometer errores y como lo dije en otro artículo (http://blog.portalcontableperu.com/2009/02/28/intimidad-chismosos-miserias-y-el-lado-oscuro/), todos tenemos un lado oscuro latente, pero los personajes públicos sufren más asedio por estos hechos, por que quizás se espera equivocadamente la perfección por parte de ellos, sin darnos cuenta que solo son simples humanos al igual que nosotros, pero esto no justifica la falta de inteligencia en manejar este tipo de actos, el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.