domingo, 19 de julio de 2009

FERNANDO LUGO, RETROCESO EN DDHH

- Si algún signo perceptible de "cambio" en Paraguay con el obispo Fernando Lugo, es el marcado retroceso en materia de Derechos Humanos.

Es un secreto a voces que la represión obedece a pactos entre la ultraderecha y el clérigo-presidente, evidenciados en una fallida sesión del senado la pasada semana.

NO SE NEGOCIA SOBRE LAS TUMBAS?

“Nosotros vamos a crear nuestro propio equipo de investigación y vamos a exigir al Gobierno que se pronuncie sobre el caso. Vamos a ir demostrando paso a paso las evidencias del caso”, afirmó el dirigente de Asagrapa, Tomás Zayas, tras retirarse de la reunión a puertas cerradas con el ministro del Interior, Rafael Filizzola. Fue poco después que el gobierno de Fernando Lugo inaugurara su record asesinando al campesino sin tierra Bienvenido Melgarejo en defensa de sojeros.

Señaló que ya sabían que él tenía un discurso, al referirse al ministro. “De nuestra parte denunciamos el hecho y exigiremos al Gobierno. No estamos negociando nada, porque sería antiético de nuestra parte negociar algo sobre la tumba de nuestro compañero”, indicó.

Tanto el partido comunista paraguayo como el Partido de los Trabajadores del Paraguay, emitieron sendos comunicados condenando la represión orquestada por el gobierno del obispo asesino de pobres, Fernando Lugo.

Sin embargo, buena parte de los grupos izquierdistas siguen participando del gobierno, aún cuando se comprobaron torturas en un operativo policíaco en San Pedro.

DETENCIONES QUE AGITAN A LA INSURGENCIA

A fines de Octubre, otro grupo de 37 campesinos fueron arrestados en la colonia San Vicente, en San Pedro.

El operativo represivo, en un procedimiento que ya se hizo consuetudinario en la idílica república burguesa del obispo de los pobres, fue encabezado por las fiscalas Ninfa Mercedes Aguilar, de Santa Rosa del Aguaray, y Dominga Benítez, de San Pedro de Ycuamandyyú.

Los detenidos fueron trasladados a las mazmorras del clerofascismo y quedaron librados a su suerte en la comisaría 18 de Santa Rosa.

Las fuerzas represivas del gobierno del obispo Fernando Lugo, destruyeron también 10 ranchos de carpas, de los humildes labriegos, entre el llanto de las mujeres y los niños.

Unos 40 efectivos policiales, fuertemente armados, entre policías, antimotines y fuerzas especiales, bajo la dirección del jefe de orden y seguridad del departamento de San Pedro, Crio. Ppal. Francisco González, participaron del operativo inquisitorial y represivo, con la acostumbrada brutalidad.

Sin ningún miramiento, procedieron al desalojo y posterior detención de los ocupantes de la tierra propiedad de la Inmobiliaria Gorostiaga SA, ubicada en la zona conocida como San Marcos, de la colonia San Vicente, a unos 55 km al este del cruce Gral. Resquín.

TORTURAS Y ENVENENAMIENTO EN CENTRO DE DETENCIÓN

La abogada Raquel Talavera, quien denunció al gobierno del obispo por torturas en centros de detención ante la CIDH, también denunció casos de intoxicación en un centro de detención.

El atentado afecta a Alcibiades Oviedo, otro detenido en un supuesto secuestro, quien se suma a la denuncia de torturas contra la detenida Carmen Villalba, por la cual el gobierno del obispo Fernando Lugo se encuentra ya denunciado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

SANGRE SOBRE EL ASFALTO

Pocos días después, a principios de noviembre, casi un centenar de manifestantes resultaron heridos entonces durante una represión policial registrada ante la sede de la Fiscalía en Asunción (capital paraguaya), en torno a la segunda jornada de protestas de grupos de campesinos y organizaciones civiles del Frente Social y Popular,un núcleo de activistas que hoy debe encontrarse profundamente arrepentido de haber apoyado al clérigo represor.

Numerosos heridos y contusos en grave estado fueron llevados de urgencia al Centro de Emergencias Médicas tras sufrir contusiones y heridas por proyectiles de goma disparados por los agentes antidisturbios, medidas aplaudidas por los referentes del neoliberalismo en Paraguay y por la prensa ultraderechista vinculada a las redes de control social montadas por la embajada norteamericana de Asunción.

El violento episodio se sumó a las detenciones de campesinos sin tierras que se vienen dando por centenares, y a las denuncias de torturas hechas por los activistas de Derechos Humanos. Los manifestantes también fueron desalojados de la Fiscalía con gases lacrimógenos y camiones con cañones de agua, entre violentos garrotazos.

El dirigente del Movimiento Campesino Paraguayo (MCP), Belarmino Balbuena, aseguró entonces que los campesinos no provocaron a los uniformados, "estabamos sentados haciendo guardia cuando la policía antimotines llegó atropellándonos, ellos nos agredieron sin razón", indicó. Sin embargo, el comisario Machado dijo que el enfrentamiento comenzó tras el atropello de los manifestantes que querían ingresar a las oficinas del Ministerio Público, una controversia que era frecuente en tiempos de la dictadura anticomunista.

COMO GUINDA DE LA TORTA, OPERATIVO POLICÍACO Y MILITARIZACIÓN

Toda la larga serie de violaciones de derechos humanos y violentas represiones, acabaron coronadas en este mes de enero con el operativo policíaco en San Pedro, y la militarización del norte del país.

Las torturas, allanamientos y apremios ilegales, así como las ejecuciones extrajudiciales, se pusieron al día con el Operativo, una verdadera extensión del Plan Colombia en territorio paraguayo. LAW

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