viernes, 7 de agosto de 2009

EL EQUIPO DE FERNANDO LUGO


Hace unos días, con relación al “nombramiento” de jefes de campaña del candidato liberal izquierdista Fernando Lugo, se difundió la especie de que el agraciado con dicho “cargo”, Miguel López Perito, había sido algo así como un Che Guevara criollo, al que la prensa tendenciosa rotuló como “ex guerrillero” por haber militado en los años 70 en la OPM, amago de conglomerado radical abortado en pocas horas por la policía de Stroessner estando aún en fase embrionaria, y cuyo único “operativo exitoso” fue el robo del mimeógrafo del Colegio Cristo Rey(es decir, de su propio colegio), habiendo fracasado inclusive un cantinflesco intento de los mencionados “guerrilleros” de asaltar entre varios miembros de su caterva a un solitario cura en el predio del Seminario Metropolitano.
En honor a la veracidad y a la objetividad de la información periodística que se difunde, debemos decir que muchos de estos personajes que hoy presentan como título de nobleza haber pertenecido a tal o cual grupo “guerrillero” han dado un giro -en todo caso- de 180 grados en sus tendencias políticas, siendo buenos ejemplos de ello el delator Diego Abente o el agente del Fondo Monetario Internacional y fusible del nicanorismo Dionisio Borda. Eso por no mencionar a los pundonorosos “luchadores sociales” que reciben dólares del norte con la coartada de sus ONGs fantasmas, expeditivo método de embajadas extranjeras para desmovilizar a estos “enemigos del imperialismo”.
Más que presentarnos a izquierdistas arrepentidos como “guerrilleros”, bien haría la prensa venal en pedir explicaciones a quienes se autoproclaman furiosos revolucionarios y guevaristas radicales mientras en las sombras se llenan las faltriqueras con los dólares de George W. Bush, distribuídos a través del entramado imperialista y las ramificaciones del complejo IAF-NED-USAID.
Con respecto al señor Ausberto Rodríguez, presentado como vocero oficial de la “Alianza” de fragmentos de la extinta “Concertación”, y como “muy respetable dentro de la sociedad paraguaya y en el ámbito de la comunicación”, debo decir que para dudar de dichos términos basta repasar la lista de los propietarios de medios y patrones para quienes trabajó con obsecuencia por muchos años en nuestro ambiente, pudiéndose con facilidad advertir que no abundan precisamente entre ellos figuras “muy respetables”. Como persona que tuvo la mala fortuna de coincidir con don Ausberto en la elaboración del periódico “El Pueblo”, desearía puntualizar algunos aspectos tal vez desconocidos de su conducta en su trayectoria “revolucionaria” y de “lucha social”.
Cuando fui jefe de prensa del desaparecido PRF, el gran revolucionario Ausberto Rodríguez era responsable de "El Pueblo", acusando durante toda la etapa en que se intentó reaparecer al periódico un abyecto servilismo a quien le favoreció con el irregular nombramiento, el tristemente célebre sr. Nils Candia, corifeo de las campañas contra el MERCOSUR del sr. Aldo Zucolillo, propagandista pro-imperialista y favorecido de la CIA. En esa etapa con otros compañeros y compañeras hicimos un gran esfuerzo recaudando el dinero necesario para sostener la publicación, dado que no mejoraban las ventas a pesar de la genialidad periodística de don Ausberto, quien frustrado por el fracaso terminó renunciando, abandonando a todo el grupo que lo había impuesto y sostenido dándole injustificada confianza. Antes, imploró que no sea revelado que el principal sostén del periódico había sido el ex ministro de Industria y ex presidente febrerista Euclides Acevedo, aunque con avidez preguntaba si se había recibido “el dinero de Euclides”.
Antes de reconocer su incapacidad y dimitir, don Ausberto renunció a publicar artículos sobre figuras sacras del febrerismo como el resplandeciente héroe de la epopeya del Chaco Joel Estigarribia y mártir de la contrarrevolución de agosto de 1937, con la excusa de su condición militar, mientras daba espacio a temas inconexos con el PRF como una carta zalamera hacia su persona del conductor farandulero Bruno Masi, exclusivamente para hacerse autobombo, además de entregar la página central del periódico revolucionario a gente tan alejada del progresismo como el ultra-conservador editorialista de ABC y sobrino del presidente Eusebio Ayala (bandera del conservadurismo y de la oligarquía paraguaya), Juan Díaz Bordenave, en trueques a la sombra que no es difícil imaginar. En otra de sus bufas actuaciones se negó a publicar denuncias que involucraban a propietarios de medios de comunicación que habían sido sus patrones, dando un buen ejemplo de “dignidad revolucionaria”
También sufrió injusta marginación en el periódico por parte del sr. Rodríguez el gran poeta desaparecido Miguel Ángel Caballero Figún, a quien votamos como jefe de redacción pero su nombramiento fue ignorado en forma desatinada y autoritaria por el personaje en cuestión. No me extraña en absoluto el declive permanente en las encuestas de sus nuevos “patrones” luguistas, conociendo estos aspectos de su trayectoria.
Sobre el rótulo de luchador social que han pretendido endilgarle, debo decir que si ese término se aplica a quienes frecuentan las recepciones en embajadas de Cuba y Venezuela para degustar tragos y bocaditos y disfrutar de otros beneficios que ofrece la solidaridad caribeña, como viajes turísticos con estadía paga o atención médica gratuita, sería aceptable su aplicación en el caso. Pero tampoco olvidemos que cuando Ausberto tuvo que defender a Hugo Chávez en la TV a invitación de Humberto Rubín por el tema RCTV, fingió estar enfermo, desentendiéndose de su faceta “revolucionaria”.
En conclusión, con especimenes de semejante consecuencia anti-imperialista y coherencia socialista, sólo podemos augurar un gran futuro al candidato liberal izquierdista y su constelación de revolucionarios financiados por la CIA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario