martes, 30 de junio de 2009

FERNANDO LUGO: LOS CURAS Y LAS MUJERES QUE OCULTAN

FERNANDO LUGO: LOS CURAS Y LAS MUJERES QUE OCULTAN

Al menos 500 mujeres en Irlanda tienen romances clandestinos con sacerdotes católicos, asegura el líder de un grupo de apoyo establecido para velar por aquellas personas en relaciones prohibidas.

El obispo Pat Buckley dijo que un cálculo conservador es que una en 100 de los 5,000 párrocos tiene relaciones sexuales regulares con mujeres y algunos incluso denominan a su collarín clerical como el "receptor de aves" ["bird catcher"].

Los estudios habían mostrado que 80 por ciento de sacerdotes habían todo sus votos de celibato, dijo él.

El obispo Buckley dirige la organización Bethany, que él estableció para apoyar aquellas personas en romances con miembros del clero.

Descrito como el obispo rebelde de Irlanda, él fue marginado por la Iglesia Católica a mediados de los 1980's cuando él buscó su propio ministerio hacia aquellos que se sienten alienados por la iglesia tradicional.

Incluyendo a homosexuales practicantes, el obispo Buckley dijo que hasta 40 por ciento del clero católico en Irlanda mantienen una vida sexual activa.

Sus aseveraciones llegan al mismo tiempo que arriva información escandalosa sobre el abuso sexual y físico en las instituciones de educación católica que resonaron por todo Irlanda, los grupos de víctimas expresaron enojo ante el fracaso de una comisión de investigación que recomendaría juicios criminales.

El reporte de 2,600 páginas emitido por la Comisión de Irlanda para Averiguar sobre el Abuso Infantil [Ireland's Commission to Inquire Into Child Abuse] encontró que por décadas la violación fue "endémica" ["endemic"] en más de 250 instituciones de cuidado católicas entre los 1930's y los 1990's, al tiempo que la iglesia protegió a los pederastas en sus filas [ranks] de ser arrestados.

"Un clima de temor, creado por la dominación, el exceso y el castigo arbitrario, permeó la mayoría de las instituciones y todas aquellas dirigidas a muchachos. Los niños vivieron con el terror diario de no saber de dónde provendría la siguiente golpiza" ["A climate of fear, created by pervasive, excessive and arbitrary punishment, permeated most of the institutions and all those run for boys. Children lived with the daily terror of not knowing where the next beating was coming from"], asegura.

Los niños en escuelas industriales y en reformatorios eran tratados más como convictos y esclavos que como personas con derechos humanos, afirma. La violación fue particularmente común en los asilos de niños [boys homes] y en las escuelas industriales [industrial schools] dirigidas por Hermanos Cristianos [Christian Brothers].

Hubieron escenas de enojo fuera del hotel en Dublín, donde el informe fue emitido y después de que se impidió que unos 20 ex-residentes de las escuelas industriales participaran en la conferencia de prensa.

Hablando fuera del hotel, John Kelly del grupo Irish Survivors of Child Abuse [Sobrevivientes Irlandeses de Abuso Infantil], Soca, dijo: "Fuimos tratados como criminales cuando fuimos enviados a estos lugares e incluso ahora... habían oficiales Garda apostados [on call] para arrestarnos si intentábamos entrar. Fue una desgracia absoluta" ["We were treated as criminals as children when we were sent to these places and even now … there were Garda officers on call to arrest us if we tried to get in. It was an absolute disgrace"].

Kelly calificó el fracaso del informe para recomendar procesos judiciales criminales como un encubrimiento [whitewash].

El informe, de cinco volúmenes, confirmó los alegatos de miles de ex-pupilos de estas instituciones, encontrando que las golpizas en las instituciones dirigidas por sacerdotes y monjas eran lugar común.

"En algunas escuelas, un alto nivel de ritualización de las golpizas eran rutinarias... Las niñas eran golpeadas con implementos diseñados para maximizar el dolor en todas las partes del cuerpo," afirma el informe. También es criticado por ser un fracaso de parte del Estado irlandés, sobre todo del departamento de educación, por permitir que el abuso y la explotación continuara por décadas.

El departamento ayudó esta cultura "por medio de inspectores poco frecuentes, sin poder efectivo" que siempre eran diluidos ante la autoridad de la Iglesia Católica, dijo el informe. Las inspecciones incluso fallaron en asegurar que los niños tuvieran alimentos, ropa y educación adecuada.

Después de las revelaciones del abuso clerical sistemático, el Papa Benedicto fue desafiado [challenged] para que realice una investigación vaticana sobre el rol de las órdenes religiosas católicas en los orfanatos y las escuelas industriales de Irlanda. Irish Soca dijo que ahora corresponde a El Vaticano investigar el escándalo a profundidad.

El líder nuevo de los Católicos en Inglaterra y Gales, el Más Reverendo Vincent Nichols, también provocó un escándalo al describir al clero irlandés que admitió abusar de niños como valeroso [courageous] por enfrentar su pasado.

En una entrevista emitida por la televisión británica, él dijo. "Yo pienso que aquellos en las órdenes religiosas... quienes tienen que enfrentar estos hechos de su pasado, que instintivamente y muy naturalmente ellos preferirían no ver en absoluto. Eso implica valor y también nosotros no deberíamos olvidar que esta factura el día de hoy también ensombrecerá todo el bien que ellos además hicieron."

La controversia amenazó con eclipsar la instalación del obispo, a donde debían acudir más de 2,200 invitados, incluyendo el Arzobispo de Canterbury, Rowan Williams.

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